Comisión de Población y Desarrollo de la ONU

Comisión de Población y Desarrollo de la ONU

Nueva York, Mayo 10 (C-Fam)

El trigésimo aniversario del Acuerdo del Cairo sobre población se suponía que sería una ocasión de celebración para los grupos pro aborto y de homosexuales/trans, pero no fue así. Es más, suscitó más preguntas acerca de si seguía siendo relevante la agenda del Cairo.

Los activistas pro aborto y LGTB no pudieron celebrar el aniversario del Acuerdo del Cairo porque sus fondos están siendo analizados. Como los países están cosechando las horrorosas consecuencias de sesenta años de programas y propaganda antinatalista, los países están cuestionando la importancia de sus futuras inversiones.

Siete de las últimas diez sesiones de la Comisión de Población y Desarrollo de la ONU no han logrado obtener ningún acuerdo. Este año sólo lograron adoptar una corta declaración, pero solo después de que depuraran los elementos controvertidos. Esto no es un accidente. Hay obvias razones sistémicas para ello.

Primero, los gobiernos de Occidente que promueven salud sexual y reproductiva no transan en el tema de soberanía. Ellos quieren que el aborto y los asuntos de homosexuales/trans sean derechos humanos internacionales, por eso no quieren ningún lenguaje que los limite en los acuerdos en las Naciones Unidas, especialmente el lenguaje que protege el derecho soberano de los países para decidir acerca de estos temas por sí mismos.

Esto crea un choque con los países en Desarrollo, que, en la mayor parte, son muy tradicionales, e insisten en prórrogas de soberanía cuando se acerca a los temas sensibles de políticas sociales.

Segundo, hoy nadie duda en el significado de “salud sexual y reproductiva”. Cuando al principio el término fue introducido en las Naciones Unidas hace treinta años, con el Acuerdo del Cairo, había gran confusión con respecto a lo que el término significaba. Hoy nadie lo duda. El término es uno más de muchos eufemismos que gobiernos de Occidente usan para promover el aborto, temas de homosexualidad/trans, autonomía sexual para los hijos, y otras políticas sociales conflictivas. Es por esto por lo que los países tradicionales insisten cada vez más con el respeto a la soberanía en el campo de las políticas de población, por ello, haciendo que el problema sea intratable.

Tercero, y quizás el más importante, la realidad se está poniendo al día con el movimiento de control de población. Más y más países están despertando con la amenaza inminente de baja natalidad y del envejecimiento en todas las sociedades. Es difícil justificar el control poblacional cuando las poblaciones están menguando. Como resultado, cada vez menos países, tanto los que donan como los que reciben las donaciones, dan una alta importancia a los resultados de la comisión. En muchos sentidos lo ven como discutible.

La Comisión de Población fue fundada hace 57 años precisamente para promover la baja de fertilidad como una solución a la pobreza. Cuando el control de la población se convirtió en un asunto políticamente incorrecto en los 1990’s el establishment demográfico de las Naciones Unidas cambió su retórica a “salud sexual y reproductiva” y “empoderamiento de género”, pero las políticas no cambiaron, y el financiamiento creció exponencialmente. Actualmente, salud sexual y reproductiva, es el tema más importante en la agenda de salud global. No hay ningún otro tema que reciba más financiamiento. Pero esto, hoy está bajo escrutinio como nunca antes.

Puede que sea solo cuestión de tiempo antes de que la política internacional comience a promover bonos por bebé, consejería matrimonial, y a las amas de casa. Cuando los políticos no puedan escapar de la realidad de la baja de la fertilidad, estas políticas serán populares en todo el mundo.

Para países pobres, el crecimiento lento de población plantea un desafío humanitario. Los países desarrollados en Europa, de habla inglesa, y Japón, les gusta hablar de envejecimiento sano, reentrenamiento para adultos mayores para que sigan trabajando después de la edad de jubilación, y robótica y tecnología de Inteligencia Artificial. Ellos prometen que las inversiones en estas áreas pueden ayudar a lidiar con las fuerzas laborales cada vez más reducidas en sociedades con poblaciones mayores. Los países en desarrollo ven esto como egoísta y desalmado.

Las soluciones tecnológicas para el envejecimiento no se ven viables para la mayoría, y, en cualquier caso, son muy caras para la mayor parte de los países. Aún más preocupante, las mentes más brillantes y más emprendedoras del sur del globo están migrando a los países ricos de Occidente, dejando así más empobrecidos a los países agotados de su más preciado recurso, el capital social.

Leer la noticia en inglés aquí.

 

ANALYSIS: Are Days Numbered for the UN Population Establishment?