06 Feb El informe sobre las estadísticas de aborto en Argentina del año 2022 y sus omisiones
Por Jorge Nicolás Lafferriere
Centro de Bioética, Persona y Familia
www.centrodebioetica.org
“Reporte anual 2022: Los rumbos de la experiencia argentina con el aborto legal. Proyecto Mirar” es el título del informe publicado por CEDES en Buenos Aires de autoría de Romero, Ramón Michel, Krause, Keefe-Oates, Ábalos, Molina y Ramos que da cuenta de las estadísticas e informaciones vinculadas con el aborto en la Argentina luego de la ley 27610.
El informe de 44 páginas se estructura en tres capítulos: “Dos años de aborto legal: avances prometedores y desafíos pendientes”, “Mirada federal del acceso al aborto” y “El aborto en la prensa argentina”. Están precedidos por una presentación y al final se incluyen secciones de “Destacados” y “Referencias”.
El reporte es parte del Proyecto Mirar que sigue la implementación de la política de aborto en Argentina y en la presentación se señala que “aporta al monitoreo con datos y análisis sobre algunos de los rasgos centrales del proceso y de los resultados de esa política, con las limitaciones propias de la disponibilidad de datos”. El reporte reconoce que “un monitoreo no puede ‘mirar todo’, la realidad es siempre más profunda, espaciosa y compleja que el mapa que podemos hacer de ella”, pero aun así afirma “que los datos y el análisis de este informe dan cuenta de los trazos más estructurales de esta política y permiten evaluar la magnitud y dirección de los progresos y los cuellos de botella”.
En este boletín ofreceré un resumen de algunos de los datos del primer capítulo del informe, acompañados de comentarios sobre lo que considero son sus omisiones.
Aborto, embarazos no intencionales y tasas de fecundidad
El reporte incluye información sobre tasa de fecundidad adolescente entre 2000 y 2021, señalando que registra una disminución de 63,4 en el 2000 al 27,3 en 2001. Al respecto, el informe reconoce que los determinantes del descenso de esa tasa son “múltiples” y señala como fundamentales “la continuidad escolar, el acceso a la educación sexual integral y a métodos anticonceptivos -especialmente aquellos de larga duración-“.
Ahora bien, la pregunta que no responde el informe es cómo incide la legalización del aborto en este descenso. Tampoco se pregunta lo que el aborto esconde en estas situaciones. En efecto, que haya menos nacimientos no significa que haya menos embarazos. De hecho, el informe luego reconoce que entre 2020 y 2021 “los porcentajes de embarazos no intencionales en niñas disminuyeron en 8 provincias y aumentaron en 12 de ellas”.
Igualmente, el informe reconoce que “en las niñas, la presencia de abuso y violencias sexuales suele tener un peso mayor y son determinantes más complejos para intervenir que requieren de abordajes multisectoriales para mitigar tanto su peso como sus consecuencias”.
Ahora bien, el aborto legalizado no permite conocer estas realidades y tampoco el informe profundiza sobre cómo el aborto incide en las situaciones de abuso que sufren las niñas que, cuando quedan embarazadas, son llevadas a abortar. No tenemos monitoreo de esa situación.
Aborto y mortalidad materna
El reporte también contiene información sobre las muertes maternas y señala el pico que experimentó este indicador durante la pandemia de Covid. En efecto, las muertes maternas pasaron de 221 en 2020 a 393 en 2021. En el desagregado de causas, se indica que hubo 13 muertes maternas por aborto en 2021.
En cuanto a la relación entre mortalidad materna y aborto, en el informe se reconoce que “La mortalidad materna y particularmente las defunciones maternas por aborto históricamente han sido indicadores relevantes para evidenciar el daño de los abortos inseguros e impulsar cambios normativos. La razón de mortalidad materna (RMM) permite observar la evolución en el tiempo y es comparable con otros países. No obstante, no es la medida más adecuada para evaluar el impacto inmediato de una política de aborto ya que no da cuenta de cambios más sensibles para evaluar proceso de implementación como podrían ser los casos de morbilidad grave (como internaciones prolongadas en servicios de cuidados intensivos, hemorragias que requieren transfusiones, infecciones generalizadas) o las secuelas crónicas (como las fístulas) que pueden quedar por abortos inseguros”.
El informe termina reconociendo lo que sostuvieron quiénes se oponían al aborto, especialmente apoyados en trabajos como los de Elard Koch: que la reducción o no de la mortalidad materna total no puede adjudicarse a la legalidad o ilegalidad del aborto. Ahora, con aborto legalizado, sigue habiendo muertes maternas y las causas de esas muertes siguen necesitando atención. El aborto no es solución. Además, el informe no explica por qué hubo 13 muertes por aborto en 2021 y si se debieron a abortos legales o no.
El número de abortos
El reporte da cuenta de un aumento en un 32% del número de abortos en el subsector público entre 2021 (73.487 abortos) y 2022 (96.664). Dentro de estas cifras, el informe distingue al aborto por medicamentos (misoprostol o misoprostol + mifepristona). En 2021, se distribuyeron 74071 tratamientos (misoprostol) y en 2022 fueron 90900 (62.323 misoprostol y 28.577 misoprostol + mifepristona).
En el detalle por jurisdicciones, encabeza la provincia de Buenos Aires con 40880 abortos y le siguen Ciudad de Buenos Aires con 9961, Santa Fe (6645), Salta (4721), Tucumán (4701), Córdoba (4573).
En cuanto a las obras sociales, se notificaron 4966 abortos (31% medicamentosas, 67% instrumentales y 2% con procedimientos combinados).
El reporte reconoce que la tendencia al aumento en el número de abortos es similar a lo que sucede en otros países. También en ese punto se cumplen las predicciones hechas respecto a las consecuencias de legalizar el aborto en cuanto a impulsarlo como una política pública.
Al respecto, el reporte no explica por qué ese número difiere tanto con las estimaciones que algunas de las propias autoras de este reporte habían hecho antes de la legalización y que generaron la conocida cifra de 500.000 abortos por año. También en este punto parece que los informes elaborados por investigadores como Elard Koch eran más certeros en aquel momento al momento de estimar y que la campaña a favor del aborto sobreestimó el número de abortos ilegales para generar una movida emotiva a favor de la legalización. En definitiva, es realmente doloroso que anualmente en la Argentina se eliminen a casi 100.000 personas por nacer al amparo de la ley, en lo que configura una profunda afectación del derecho a la vida.
El reporte no ofrece ninguna información sobre las causas que llevan a las mujeres a abortar. Este punto es crucial, pues no pocas veces se llega al aborto por presiones de esposos o convivientes u otros familiares, por presión social, por falta de recursos económicos para llevar adelante el embarazo, por presiones laborales, etc. En esos contextos de vulnerabilidad, cabe preguntarse hasta qué punto es libre el aborto, hasta qué punto el aborto no es una forma de invisibilizar las problemáticas de base y, en definitiva, hasta qué punto el aborto no es la prueba del fracaso de la atención real y de fondo a la vulnerabilidad materna.