27 Mar Unión Europea y Naciones Unidas rebajan su beligerancia por los «derechos sexuales y reproductivos» y la «identidad de género»
El lenguaje de los llamados “derechos sexuales y reproductivos” y la “identidad de género” retrocede en las dos declaraciones internacionales firmadas este fin de semana.
En Roma, los 27 líderes de la Unión Europea se reunieron para conmemorar el 60 aniversario del Tratado fundacional de la Unión. Puedes leer aquí, en español, la Declaración final. Incluye una “Agenda de Roma” para impulsar la integración europea en los próximos años.
Uno de sus pilares será la “Europa social”, que promoverá “la igualdad entre mujeres y hombres así como los derechos y la igualdad de oportunidades para todos”. Será también una Europa combativa contra el “desempleo, la discriminación, la exclusión social y la pobreza”.
Aparte de estas referencias genéricas a la igualdad y la no-discriminación, no hay menciones expresas al aborto, la eutanasia, los “derechos sexuales y reproductivos”, la “orientación sexual y la identidad de género”, la maternidad de alquiler o la deconstrucción de la familia en nuevos formatos.
Todas estas causas representan las prioridades de la agenda cultural de los grupos de presión feministas y LGTB, y suelen transferirse al lenguaje de los organismos internacionales.
La ONU emitió el viernes uno de esos documentos, la declaración final de la Comisión sobre el Estatuto de las Mujeres reunida en Nueva York la semana pasada. Puedes leerla aquí, en inglés.
El presidente de la red ciudadana global CitizenGo.org, Ignacio Arsuaga, habló en un foro de entidades consultivas de la ONU organizado por Family Watch en Nueva York, en el marco de las actividades de la Comisión sobre el Estatuto de la Mujer. Puedes leer aquí un resumen de su intervención. Y aquí, puedes verla completa en un vídeo de algo más de 12 minutos.
El grupo Alliance Defending Freedom ha analizado el documento, encontrando una única referencia a los “derechos sexuales y reproductivos”, ningún nuevo derecho específico para las niñas, cero referencias a la “orientación sexual y la identidad de género”, siete menciones a la familia y cinco menciones explícitas a la maternidad.
Al hablar de la familia, la Declaración de la ONU sobre el estatuto de la mujer afirma que “un entorno familiar seguro contribuye al desarrollo”; y también que “mujeres y hombres hacen una gran contribución al bienestar de la familia”.
Invita a los Estados a “asegurar que las adolescentes embarazadas y las madres jóvenes, así como las madres solteras, continúan su educación y la completan”. Y reconoce “el valor social de la maternidad, la paternidad y el rol de los padres en la educación de los hijos”.
Por primera vez en la ONU, hubo un bloque de Estados que se coordinó para frenar la versión del documento promovida por los Estados europeos y de América Central y del Sur, que sí incluía el lenguaje habitual de las causas feministas y LGTB.
África, Caribe, la Federación Rusa, Nicaragua o la Santa Sede, entre otros, actuaron en bloque para conseguir limar el lenguaje de la Declaración de sus aristas más ideológicas.
Puede que haya sido solo un repliegue aislado de la cultura hegemónica que postula la guerra entre sexos, el aborto como un derecho y reconfigurar la institución de la familia.
O puede que esté formándose un nuevo bloque de naciones, dispuesto a dar la batalla por la familia, la igualdad de mujeres y hombres, el valor de la maternidad y la libertad de los padres para educar a sus hijos en valores. Ya veremos.
La Redacción de Actuall